Ventajas y desventajas de las criptomonedas (sin fliparse demasiado)

Si has llegado hasta aquí con la idea de hacerte rico en 48 horas invirtiendo en criptomonedas, lo primero: respira hondo. Lo segundo: sigue leyendo, porque este artículo no va de promesas vacías, sino de entender de verdad lo que estás a punto de hacer con tu dinero. Porque si no sabes lo que haces, lo más probable es que acabes siendo el primo que pagó el curso de trading con lo que perdió en Dogecoin.

Vamos al lío: ¿qué demonios son las criptomonedas y por qué hay gente que no se calla con ellas?

Las ventajas (también conocidas como “los motivos para picar”)

Descentralización

No dependen de ningún banco central, lo que significa que ningún político puede imprimir más “bitcoins” porque se ha quedado sin presupuesto para las elecciones. Esto da cierta sensación de libertad… hasta que descubres que también significa que no hay nadie que te salve si la lías.

 

Transparencia y seguridad

Gracias a la tecnología blockchain, todas las transacciones son públicas y prácticamente imposibles de falsificar. Vamos, que si pagas un café con criptos, puedes rastrear esa transacción mejor que a tu ex por Instagram.

 

Acceso global

No importa si estás en Madrid, Lima o en una cueva de Mongolia con wifi: puedes enviar o recibir criptomonedas sin pasar por el banco y sin que te cobren 12€ por una transferencia internacional. Viva el progreso.

 

Oportunidades de inversión

Sí, también se puede ganar dinero. Pero ojo, que esto no es el Monopoly. Si no sabes lo que haces, es más fácil que pierdas los ahorros que que te conviertas en el próximo millonario en chanclas.

 

Las desventajas (o por qué igual mejor vas con cuidado)

Volatilidad

Esa es la palabra. Volatilidad. Un día sube un 20%, al siguiente baja un 30%. Si tienes el corazón sensible, igual este no es tu juego. Y si te dejas llevar por el FOMO (ese miedo a perderte “la próxima gran subida”), prepárate para llorar fuerte.

Falta de regulación

Esto puede sonar guay si odias a Hacienda, pero también implica que estás más solo que la una si alguien te estafa. Aquí no hay “atención al cliente”. Si te roban, te aguantas. Punto.

Implicaciones fiscales

No todo es ganar o perder. También hay que rendir cuentas a los de siempre. Y ojo con esto, porque no declarar bien tus operaciones con criptomonedas puede salirte más caro que una boda con orquesta. Para evitar sustos, lo mejor es dejarse guiar por un asesor fiscal en criptomonedas.

Complejidad técnica

Lo de comprar bitcoin puede parecer fácil… hasta que metes la pata con una wallet, pierdes las claves y te das cuenta de que no hay “he olvidado mi contraseña”. Aquí no hay botón de recuperar acceso, chaval.

 

¿Entonces, invierto o no?

No hay una respuesta única. Las criptomonedas pueden ser una herramienta financiera interesante, pero solo si sabes lo que haces y estás dispuesto a asumir riesgos. No es para todo el mundo, y no pasa nada. Es mejor ir de la mano de asesores de criptomonedas en España que entienden el mundillo y no te hablan en Klingon cuando te explican qué es un token.

Y ya que estás aquí, igual te interesa echar un vistazo a otras ideas y consejos que suelo compartir por aquí. A veces van de finanzas, a veces de negocios… y otras, de cosas que nadie te cuenta pero todos deberían saber.