Mar
LA VERDAD SOBRE EL EFECTO DEL CORONAVIRUS EN LOS MERCADOS
Si estabas atento a los movimientos de los mercados durante la última semana de febrero habrás oído repetir esta palabra hasta la saciedad: CORONAVIRUS. Probablemente te haya llamado la atención que un término tan poco relacionado con las finanzas se repitiese tanto en canales y emisoras económicas.
Tal vez el viernes 21 de febreros dejaste abierta una posición corta y al despertar el lunes 23 y consultar tu cuenta te encontraste un volumen de beneficios inesperado sin saber por qué. Y cuando quisiste averiguar el motivo solo escuchabas frases como “descensos generalizados”, “caídas en piloto automático”, “inicio de una recesión”, etc.
Pero entre argumento y argumento, siempre se repetía el término “coronavirus”.
Si tenías acciones de compañías farmacéuticas debiste experimentar subidas que rondaban el 20% en pocos días. Otras empresas que nada tenían que ver con el sector salud, como Telefónica, experimentaron caídas que rondan el 6% diario.
No importa en qué mercados te muevas. Esta idea estaba totalmente generalizada a nivel global. Los locutores se preguntaban si se debía al coronavirus, si estábamos ante el inicio de una recesión,
Y yo me pregunto, ¿tiene sentido todo esto? ¿Es lógico que las bolsas claudiquen por el coronavirus?
FASE DE PÁNICO EN LOS MERCADOS
La última semana de febrero se considera la peor semana en bolsa desde el 2008. La diferencia es que en aquel momento todo lo que sucedía parecía tener razones con una relación más directa en el entorno financiero.
En esta ocasión, un conjunto de inversores y especuladores mantuvieron posiciones cortas durante toda la semana obteniendo así suculentos beneficios. Otro colectivo, en cambio, vio como desaparecían los beneficios obtenidos durante todo el año de un plumazo. Ambos grupos deben dirigir sus sentimientos de agradecimiento o rencor al alarmismo y el pánico generado por los periodistas que durante dicha semana hicieron creer a los ingenuos inversores amateur que las caídas en bolsa eran debidas al Coronavirus.
Esa idea ha generado un alarmismo social que ha dado paso a una alta volatilidad. Pero,… ¿Por qué esa volatilidad? Por todos es sabido que el mercado baja cuando las órdenes de venta superan a las de compra. Entonces lo que estamos dando por entendido es que si me entero de que yo, alguien de mi familia, o alguien que vive relativamente cerca mi contrae algo que, según los expertos, mata menos que la gripe común, la primera reacción es abrir pantallas y vender mis acciones. ¿Tiene lógica? Que lo juzgue cada uno.
¿QUE ESTABA SUCEDIENDO EN REALIDAD?
El principal motivo por las ventas generalizadas y la ejecución desenfrenada de stops se debe a la necesidad de los inversores, especialmente los inversores amateur, de ser guiados como siervos.
Esto puede parecer el clásico “¿Donde va Vicente? Donde va la gente” , pero es algo más. En bolsa ese fenómeno se conoce como HERDING y es el principal causante de la volatilidad de los mercados. Su traducción literal a nuestro idioma es pastoreo. Muchos analistas pusieron énfasis en los medios de comunicación durante esos días para que los causantes del herding no se salieran con la suya. Obviamente fracasaron en el intento, pues el herding es mucho más contagioso que el coronavirus.
En el año 2010, los investigadores Venezia, Nashikkar y Shapira publicaron en su estudio Firm specific and macro herding by professional and amateur investors and their effects on market volatility la demostración de que es muy común que unos inversores imiten el comportamiento de otros y al hacerlo olviden su propia información. Este tipo de análisis sobre el comportamiento se ha extendido hasta los años 2000 y se ha concluido que es el causante de la volatilidad del mercado.
En ocasiones he oído decir a otros colegas de profesión que el mejor asesor financiero al que se puede contratar es un periodista.
Existe una tendencia al herding entre los inversores profesionales y aficionados. Esta es claramente es menor en los profesionales. El pastoreo depende del riesgo sistemático y el tamaño de la empresa, y los profesionales son menos sensibles a estas variables.
¿CÓMO DEBEMOS REACCIONAR?
Las diferencias entre los aficionados y los profesionales pueden atribuirse a la formación financiera superior de estos últimos. Es en momentos así donde un buen inversor debe desmarcarse del resto. Resumiendolo mucho, a lo largo de esta semana, un inversor puede haberse visto en tres situaciones. ¿Cómo sacar provecho de cada una de ellas?
SITUACIÓN 1: LA NOTICIA DEL CORONAVIRUS ME PILLÓ CON POSICIONES CORTAS.
Sencillamente, ¡ENHORABUENA! Ya sea por casualidad o porque lo planeaste, ahora mismo debes estar contando las ganancias. Cuando uno dedica sus ahorros a comprar acciones debe tener la precaución de tener siempre preparado una operación de cobertura. Una posición para abrir cortos que hay que ir desplazando poco a poco en las subidas para que, en caso de una gran caída (sea cual sea la razon), las pérdidas que provocaron las posiciones largas antes que que saltaran los stops queden cubiertas.
SITUACIÓN 2: LA NOTICIA DEL CORONAVIRUS ME PILLÓ CON POSICIONES LARGAS.
Es el momento ideal para aumentar tu posición. No vendas todo y asumas las pérdidas a causa de un pánico injustificado. Traza una tendencia bajista sobre los descensos, sitúa órdenes de compra sobre ella y ve bajando poco a poco. Cuando mas barato lo pilles, MEJOR!!
No solo ganaras mas en las subidas, sino que al comprar mas barato incrementará la rentabilidad por dividendo, lo cual mejora tu nivel de vida mientras la volatilidad provocada por el coronavirus va quedando atrás.
Pero…¿Y si con lo que estaba operando no eran acciones?
Te entiendo. Tu instrumento son los productos apalancados y ahora no puedes asumir las pérdidas diarias hasta que esto pase.
Otro tema en el que tambien solemos hacer mucho hincapié es que el mundo de la bolsa no es un casino. Esto no es un juego ni una apuesta. Es un trabajo que requiere tanta dedicación y formación como cualquiera. Si eres un trader ya formado, seguro que tenias situados los stops en el lugar adecuado y te salvaste.
Si no es así, es que caíste en la leyenda urbana de que los productos apalancados son mágicos, baratos, y sirven para obtener beneficios de la nada.
Ok, no pasa nada. Estas experiencias están para aprender de ellas. Pasar por esto te convertirá en un inversor mucho más cauto. Dominarás mejor tus emociones y aprenderás a sacarle partido a situaciones asi.
Vuelve a empezar tu formación desde el principio, anota esta experiencia en tu diario de trading, revisa y optimiza tu metodo de inversion, guardarle fidelidad y renueva tus principios inversores.
SITUACIÓN 3: LA NOTICIA DEL CORONAVIRUS ME PILLÓ FUERA DEL MERCADO.
Si eres seguidor habitual de nuestros contenidos sabrás que somos firmes defensores de la inversión en valor. Las cuentas anuales de las empresas que tenías no han cambiado. Sus ventas no han disminuido. Puede que si en algunos sectores como el turismo, pero no como para justificar estas caídas. Eso significa que estás ante una oportunidad de compra. De hecho, los grandes triunfadores de los mercados, como Warren Buffett, se hicieron ricos así. Comprando compañías sólidas y solventes que estaban pasando por un mal momento en la cotización.
No obstante, quizás aún estás a tiempo de ganar en cortos. El escenario más probable cuando se dan estos casos es un ligero rebote para luego seguir cayendo. Piensa que la bolsa había subido demasiado durante los últimos meses y ya había rumores de recesión antes del coronavirus. En cualquier caso, debes ser muy cauto y contar un buen asesoramiento. La fase de pánico puede no haber acabado y, aunque haya acabado, aún hay que pasar por la fase de desánimo antes de un rebote.
Y hasta aquí el tema del coronavirus. ¿Quieres contarnos como ha afectado a tus inversiones? ¿Lo has aprovechado? ¿Te ha pillado desprevenido? Ya sabes que nos encantará conocer cuál ha sido tu estrategia. Espero tus comentarios.